Es un espacio diseñado para el cultivo, exhibición y disfrute de la naturaleza. Casi siempre se instalan en lugares abiertos y poseen distintos diseños dependiendo del espacio, la función y la influencia histórico-cultural.
Sin embargo, el diseño de un jardín es mucho más complejo que la colocación de forma intencionada. Exige tener en cuenta un gran número de cuestiones estructurales tales como el cultivo, las condiciones ambientales idóneas o la forma de riego más conveniente. Sin olvidar a quién o quiénes va dirigido.


El arquitecto debe proyectar, planificar, diseñar, gestionar y rehabilitar el espacio abierto del que dispone.
Es decir, se plantea cuál es la mejor forma de resolver un espacio verde, estableciendo el modo y el conjunto de medios necesarios para llevarlo a cabo a través de la elaboración de un plan detallado. El trabajo del arquitecto no consiste en la construcción de nuevos espacios a través de la destrucción de los anteriores, sino en la construcción de nuevos espacios aprovechando y utilizando aquello que tiene más cerca. Por ello, realiza, en la medida de lo posible, labores de conservación y rehabilitación de la naturaleza preexistente.
Así se logra un espacio en donde el hombre convive con una
naturaleza cercana e íntima que le brinda momentos de contemplación, paz y
tranquilidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario